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12 Lectura Literatura clásica de Grecia y Roma Hacia el siglo IX a. C. había en Grecia una tradición de poetas, portadores de una riquí- sima tradición oral; cantores, llamados rapsodas ( “tejedores de cantos”, en griego) que relataban historias de tiempos antiguos. El rapsoda más conocido fue Homero quien, si bien aún se discute su existencia, se ha considerado como un poeta ciego, conocedor de los ideales de la moral guerrera y cortesana. A él se le atribuyen los dos poemas épi- cos más importantes de la antigüedad clásica: la Ilíada y la Odisea . Lee con tus compañeros un fragmento del primer canto épico de Homero, la Ilíada . Ilíada (Fragmento) Análisis literario 1. El significado del destino del hombre griego es un tema fundamental en los poemas épicos. Subraya en el texto las frases que muestren cómo Héctor asu- me una postura frente a su destino. Explica tu respuesta. 2. Busca el poema Troyanos , de Constantino Cavafis, e identifica los elementos míticos que el autor toma del fragmento de la Ilíada . David, Jaques-Louis. El dolor y los lamentos de Andrómaca ante el cuerpo de su marido, Héctor, 1783. Museo del Louvre, París, Francia. Getty Images/Universal Images Group Fresno: (Del lat. fraxĭnus ) árbol de la familia de las oleáceas, con tronco grueso. Cimera: (Del lat. chimaera , monstruo fabuloso) adorno que en las armas se pone sobre la cima del yelmo o celada. Vocabulario (...) y Héctor se irritó al ver que aquella había sido arrojada inútilmente por su brazo; paróse, bajando la cabeza pues no tenía otra lanza de fresno y con re- cia voz llamó a Deífobo, el de luciente escudo, y le pidió una larga pica. Deí- fobo ya no estaba a su lado. Entonces Héctor lo comprendió todo, y exclamó: —¡Oh! Ya los dioses me llaman a la muerte. Creía que el héroe Deífobo se hallaba conmigo, pero está dentro del muro, y fue Atenea quien me engañó. Cercana tengo la perniciosa muerte, que ni tardará ni puedo evitarla. Así les habrá placido que sea, desde hace diendo la aguda espada. Aquiles le em- bistió, a su vez, con el corazón rebosante de feroz cólera: defendía su pecho con el magnífico escudo labrado, y movía el luciente casco de cuatro abolladuras, haciendo ondear las bellas y abundantes crines de oro que Hefesto colocara en la cimera . Como el Véspero, que es el lu- cero más hermoso de cuantos hay en el cielo, se presenta rodeado de estrellas en la obscuridad de la noche; de tal modo brillaba la pica de larga punta que en su diestra blandía Aquiles, mientras pensa- ba en causar daño al divino Héctor y mi- raba cuál parte del hermoso cuerpo del héroe ofrecería menos resistencia. Este lo tenía protegido por la excelente arma- dura que quitó a Patroclo después de ma- tarle, y solo quedaba descubierto el lugar en que las clavículas separan el cuello de los hombros, la garganta, que es el sitio por donde más pronto sale el alma: por allí el divino Aquiles envasóle la pica a Héctor, que ya le atacaba, y la punta, atravesando el delicado cuello, asomó por la nuca. (...) Héctor cayó en el polvo, y el divino Aquiles se jactó del triunfo. tiempo, a Zeus y a su hijo, el Flechador; los cuales, benévolos para conmigo, me salvaban de los peli- gros. (...) Y encogiéndose, se arro- jó como el águila de alto vuelo se lanza a la llanu- ra, atravesando las pardas nubes, para arrebatar la tierna corderilla o la tími- da liebre; de igual manera arremetió Héctor blan- HOMERO. Ilíada . Madrid: Aguilar, 1998. Evidencias: • Encuentra que el sentido de las obras literarias clásicas está determinado por sus recursos narrativos, poéticos y dramáticos. • Analiza obras literarias clásicas y las compara con otras que no pertenecen al canon.

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