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2121 Evidencias: • Construye el sentido de los textos literarios con base en las interacciones que sostiene con las comunidades de lectores y escritores a las que pertenece. • Distingue las estructuras formales de textos literarios como la presencia de diferentes narradores que se encargan de nutrir la historia con diferentes puntos de vista sobre un suceso. Cuando los europeos llegaron a América encontraron diversas maneras de conservar el saber entre los pueblos del continente. El conocimiento y los hechos del pasado se difundían a través de la transmisión oral, por medio de símbolos, jeroglíficos o dibujos representativos. El escritor colombiano William Ospina (1954) nos presenta en este en- sayo, con un tono poético, su visión del vasto mundo precolombino. • Discute con tus compañeros qué influencia tuvo la riqueza cultural americana en el pensamiento literario europeo. El azaroso descubrimiento del continente americano por una expedición europea que buscaba las costas de Oriente es el hecho fundamental de la historia moder- na. Cambió por completo la noción que el Viejo Mun- do tenía de sí mismo, forzó a los hombres a una nueva concepción del espacio planetario, abrió una verti- ginosa época de exploraciones y conquistas, renovó las inquietudes espirituales de la civilización, mostró cuán incomprensiva y cuán bárbara podía ser una cul- tura milenaria, sacando a la luz su fondo de supersti- ción, de repulsión y de intolerancia, mareó de aventu- ra y de codicia a mucha generaciones, puso en marcha un proceso de explotación de riquezas incalculables, sondeó las venas de la tierra y extrajo de ellas el oro sangriento, aniquiló valerosas poblaciones y exquisi- tas culturas, sembró las lenguas y las religiones sobre la ceniza todavía susurrante de los dioses nativos, sol- tó sobre los mares un pueblo de naves de rapiña, llenó de temas nuevos la imaginación de los hombres, puso la palabra Calibán en labios de William Shakespeare, encendió un fuego de ríos de oro en la imaginación de Luis XIV y puso a brillar los fantasmas de El Dorado en las páginas de Voltaire, creó el planeta como hoy lo concebimos, estimuló la idea del “buen salvaje” en El mito Jean-Jaques Rosseau, cambió la idea de la naturaleza e inspiró los paisajes del Romanticismo, produjo una de las obras más representativas del espíritu alemán: La relación histórica del viaje a las regiones equinoccia- les del Nuevo Continente , realizado de 1799 a 1804; permitió que se renovara y enriqueciera la idea de la democracia que hoy gobierna a las naciones, y favore- ció la llegada de Darwin, cuyo legado podría cambiar para siempre la relación del hombre con el mundo. A este hecho casual y prodigioso, y de consecuencias tan imprevisibles, corresponde nuestro origen como na- ción y, ciertamente, también el origen de nuetra poe- sía. Antes de la llegada de la lengua castellana a este territorio, las comunidades que lo habitaron durante casi 2000 años no habían alcanzado a desarrollar una escritura hábil para registrar y conservar sus rituales, sus invocaciones y monumentos de la expresión, de modo que de la presumiblemente rica poesía de aque- llos pueblos solo ha logrado prevalecer lo que hoy los antropólogos rescatan de la tradición oral de las co- munidades indígenas. Por cierto, muy poco de aquel mundo ha logrado llegar hasta nosotros. OSPINA, William. Historia de la poesía colombiana. Bogotá: Ediciones Casa Silva, 1991. Poesía indígena (Fragmento)
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