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18 Literatura - Teoría literaria La estructura de la narración Todo relato tiene una estructura o esqueleto que sustenta el orden de los sucesos y no permite que los lectores pierdan el hilo de la narración. Es decir, tiene un inicio, un nudo y un desenlace. La secuencia narrativa es la forma de distribuir esta estructura en una narración. El orden que el autor le da a su obra, con el fin de generar suspenso y emoción en los espectadores, puede presentarse de diferentes formas. La estructura lineal Este tipo de estructura es la más utilizada ya que el tiempo cronológico y el de la narración coinciden. La descripción de los hechos se desarrolla como una línea recta, comienza con un inicio, seguido de un nudo o conflicto y termina con el desenlace o solución del problema o situación, sea de forma negativa o positiva para los involucrados. • Inicio . El personaje o iniciador de las acciones y algunos de los personajes secundarios son presentados, situándolos en un espacio y en un tiempo deter- minados. Además, se expone la razón o el motivo que origina las acciones. • Nudo . El momento de mayor tensión es expuesto y se desarrolla la narración. • Desenlace . El resultado positivo o negativo de las acciones es manifestado, con relación al motivo original. En esta parte, se satisface la curiosidad del lector y se completa la visión general del texto. Los milagros también existen Ya no valía la pena discutir con ese infeliz en esa jaula de cemento. Lo único importante era tener presente que solo veinte días me separaban de mi codiciada libertad. Había pasado una eternidad escuchando esas campanadas de la vieja capilla del pueblo. Pero ahora ya no me molestaban; al contrario, las sentía cómplices de mis pensamientos. ¿Quién iba a pensar que esa humilde construcción de madera y chapa, con una cruz y una campana en el frente, iba a ocultar, en su fondo baldío, el botín de este ingenioso hombre aún en cautiverio? Finalmente, las puertas del averno se cerraron a mi espal- da y mi corazón comenzó a latir alocadamente. No había tiempo que perder; comencé a caminar con la vista fija en esa cruz. ¿Mi vista me traicionaba o mi razonamiento no podía entenderlo? ¡La capilla ya no estaba! En su lugar yacía un templo imponente con una campana enorme y la misma cruz en el medio. Cuando salí de mi asom- bro, comprendí que justo ahí, debajo de ese gran escalón de material, estaba mi tesoro, mi botín, mi pasaporte a la felicidad quince años esperado. De pronto, una mano templada y fuer- te se apoyó en mi hombro aterido. —Amigo, ¿se siente bien? ¿Puedo ayudarlo? Soy el párroco de esta igle- sia —me dijo y agregó: —Si está solo, ha venido al lugar indicado. Sin saber por qué, decidí quedarme, fue como si mi destino hubiese sido jugado en tan solo un instante. Adaptado de González, Susana. (2002). Los milagros también existen. Recuperado de http://www.encuentos.com/cuentos-de- libertad/los-milagros-tambien-existen/. Detectar palabras difíciles En la lectura Los milagros también existen, hay palabras que no son de uso frecuente. Para la comprensión total de un texto, es indispensable conocer su vocabulario. Haz una lista de cinco palabras de la lectura que no entiendas. Búscalas en un diccionario y aplícalas en oraciones creadas por ti. Herramientas para aprender Inicio. Se ubican los elementos de la narración. Nudo. Se conoce el problema que enfrenta el personaje y las razones que lo llevaron a esta situación. Desenlace. Se presenta el resultado, en este caso, positivo e inesperado.
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